Soñar, probar,
crecer .
SOÑAR
Soñar es pensamiento, es el momento de inicio del proceso lúdico, en el que se siente una motivación, hay un motor, un estímulo para hacer algo.
Se desea lograr un objetivo, lo que supone superar un reto, un desafío, con la satisfacción que implica el hecho de que existan probabilidades de conseguirlo.
Soñar es imaginación, ilusión; te entusiasmas y dejas fluir tus emociones.
Es la consciencia del “como si” que apuntaba Huizinga en su libro “Homo ludens”. Aún no ha pasado nada y puede suceder todo…
PROBAR
Probar significa experiencia. Uno puede lanzarse, ponerse a prueba, sin asumir riesgos. No hay nada que perder, la capacidad de repetición nos permite probar de nuevo, ensayar… sin miedo a la equivocación.
Es el juego en sí mismo, con sus reglas, en el que se toman decisiones, acertadas o equivocadas, que favorecen, aceleran y potencian los procesos de aprendizaje para adquirir conocimientos.
Azar, Competición, Simulación, Colección, son algunas de las tipologías de juego que se ponen a nuestro servicio para divertirnos y mejorar como personas.
CRECER
Crecer es superación. Es el momento de comprobar los resultados que ha tenido el proceso, lo que se ha mejorado con respecto al momento inicial. Solo por jugar ya se gana.
Toda experiencia positiva significa crecimiento y mejora.
El juego nos permite crecer en valores, conocimiento, reputación, habilidades y patrimonio económico.